Contenidos
Jesus rafael soto guggenheim
la courve bleue
Sus obras se encuentran en las colecciones de los principales museos del mundo, como la Tate (Londres), el Museo Ludwig (Alemania), el Centro Georges Pompidou (París), la Galleria Nazionale d’Arte Moderna (Roma) y el MoMA (Nueva York). Uno de los principales museos de arte de Venezuela, en su ciudad natal, lleva su nombre en homenaje a él.
A los 16 años, Soto comenzó su carrera artística seria cuando empezó a crear y pintar carteles para los cines de Ciudad Bolívar. <<A esa edad -dice el artista-, los únicos artistas que conocía eran los pintores de letras. Mi familia era muy feliz. Podía ganar algo de dinero, hacer lettering hasta el final de mis días. Nadie miraba más allá…>>.
En 1938, Soto participa en un grupo estudiantil afiliado a las ideas del surrealismo y publica en la revista local algunos poemas que escandalizan a la sociedad. En el grupo, Soto aprende la escritura automática y el dibujo al carbón. <<Dibujaba cabezas, retratos, tenía una gran técnica. Finalmente, hubo gente que hizo una petición, el obispo pidió verla y la firmó. Me dieron una beca…>>.
esfera theospacio
GALERÍALos visitantes de la muestra en el Guggenheim de Bilbao se verán inmediatamente sorprendidos por la energía cinética que irradia cada obra, ligada a líneas paralelas que engañan al ojo para que parezca todo lo contrario. Esta incoherencia visual -un aspecto esencial de la práctica de Soto al que no se le puede hacer justicia con imágenes fijas- es un reflejo de su estancia en París, donde se trasladó en la década de 1950. Fue allí donde Soto entró en contacto por primera vez con artistas de la talla de Jean Tinguely, Iacov Agam y Victor Vasarely, un grupo que llegaría a ser conocido como los artistas cinéticos y cuya influencia llevó a Soto a incorporar el movimiento y las piezas tridimensionales a su obra.
Una retrospectiva de Soto exige, por tanto, la implicación y participación del espectador. Al moverse, la obra se mueve también, el cuerpo se convierte en un medio de activación, y los principios geométricos aparentemente rígidos que subyacen a la construcción de cada una se desintegran en un despliegue hipnótico de espejismo e ilusión. Por ejemplo, su Structure cinétique (1955). Un lienzo de madera pintado con líneas geométricas superpuesto a una lámina de plexiglás pintada con diagonales perpendiculares. La idea es sencilla, al igual que los materiales (Soto consideraba el valor perceptivo mucho más importante que el valor material), pero visto en persona el efecto es a la vez hipnótico y engañoso, encantador y efervescente.
jesús rafael soto escultura
En este contexto, el ciclo de conferencias organizado en el Atelier d’Art Abstrait fue clave para que Soto descubriera a artistas como Piet Mondrian y sus austeras composiciones ortogonales; Kazimir Malevich y su radical propuesta del blanco sobre negro monocromático; y László Moholy-Nagy y sus teorías sobre el movimiento, la luz y la transparencia, publicadas en su ensayo Visión en movimiento. También fue crucial el encuentro del artista con los dispositivos ópticos motorizados de Marcel Duchamp y, en particular, con la Demisfera Rotatoria (1925), presentada en la Galerie Denise René como parte de la exposición Le Mouvement (1955), en la que Soto también participó, y donde se acuñó el término Arte Cinético. En los años siguientes, Soto continuó explorando algunas de las ideas planteadas por estos precursores, llevando la investigación artística a un terreno cercano a la experimentación científica y a la filosofía de la percepción. Bajo el concepto de «cuarta dimensión», Soto se propuso integrar el tiempo y el movimiento del espectador en la obra de arte, y con ello definió uno de los pilares de todo el arte cinético.
esfera theospacio
Jesús Rafael Soto fue un escultor y artista de instalaciones conocido por sus construcciones lineales y cinéticas a gran escala. Incorporó a su arte el movimiento óptico con materiales sintéticos como el nylon, el plexiglás, el acero y la pintura industrial. Hoy en día, Soto está considerado como la figura definitoria del arte cinético y del Op art venezolano.
Soto nació en 1923 en Ciudad Bolívar, Venezuela. A los diecinueve años recibió una beca para asistir a la Escuela de Artes Plásticas y Artes Aplicadas de Caracas, Venezuela. Allí, de 1942 a 1947, estudió arte e historia del arte. Las composiciones de formas simples y geométricas de los constructivistas rusos, como Kazimir Malevich, influyeron en los primeros trabajos de Soto. Además, el enfoque de la abstracción geométrica de Piet Mondrian llevó a Soto a centrarse en las formas geométricas y orgánicas mediante un enfoque cubista. En 1947, aceptó un puesto como director de la Escuela de Bellas Artes de Maracaibo, Venezuela. En 1950, decidió trasladarse a París para seguir explorando su interés por las ideas del modernismo de vanguardia.