Qué es el metabolismo

Significado del metabolismo alto

Casi nunca lo es. Factores como la edad, el sexo y el tamaño del cuerpo provocan una variación natural en la tasa metabólica en reposo, es decir, la cantidad de calorías, o unidades de energía, que quemamos por el mero hecho de estar vivos. Pero esas diferencias son normales y no suelen ser la causa principal de la obesidad o de la incapacidad para perder peso.

El verdadero problema es casi siempre consumir demasiadas calorías y no hacer suficiente ejercicio, lo que nos deja un exceso de energía que almacenamos en forma de grasa. Las mejores formas de perder peso son mantenerse activo y llevar una dieta saludable, no intentar cambiar la velocidad del metabolismo.

Es posible que hayas oído que comer ciertos alimentos, o comer a cierta hora del día, puede hacer que tu metabolismo sea más rápido.    En realidad, la velocidad de tu metabolismo sigue siendo más o menos la misma independientemente de cuándo o qué comas.

Por ejemplo, los estudios han demostrado que la cafeína aumenta ligeramente el ritmo de quema de calorías a corto plazo. Pero el cuerpo se acostumbra a la cafeína con el paso del tiempo, por lo que el efecto no es duradero si eres un consumidor habitual de café o té. Los productos que se promocionan como potenciadores del metabolismo suelen ser igualmente ineficaces, y algunos tienen efectos secundarios peligrosos.

Metabolismo rápido

Hablamos del metabolismo como si fuera algo que podemos manipular engullendo una píldora, tomando un té verde o corriendo más rápido. Has visto los artículos titulados «Aumenta tu metabolismo» o «Prueba esta dieta de alto metabolismo para perder peso».

Pero, en realidad, el metabolismo se refiere a una serie de procesos químicos en cada célula que convierten las calorías que ingieres en combustible para mantenerte vivo, según Michael Jensen, investigador que estudia la obesidad y el metabolismo en la Clínica Mayo. La tasa metabólica «basal» mide cuántas calorías quemas mientras no haces nada, añadió. «Es la culminación de diferentes tejidos con diferentes necesidades y la cantidad de calorías que se necesitan para mantenerlos en funcionamiento», dijo.

Los principales órganos del cuerpo -el cerebro, el hígado, los riñones y el corazón- representan aproximadamente la mitad de la energía que se quema en reposo, mientras que la grasa, el sistema digestivo y, sobre todo, los músculos del cuerpo representan el resto.

Hay tres formas principales en las que el cuerpo quema energía cada día: 1) el metabolismo basal, es decir, la energía utilizada para el funcionamiento básico del cuerpo en reposo; 2) la energía utilizada para descomponer los alimentos (también conocida como efecto térmico de los alimentos); y 3) la energía utilizada en la actividad física.

Prueba de metabolismo

Las reacciones metabólicas pueden clasificarse como catabólicas, es decir, la descomposición de compuestos (por ejemplo, de glucosa a piruvato mediante la respiración celular), o anabólicas, es decir, la construcción (síntesis) de compuestos (como proteínas, hidratos de carbono, lípidos y ácidos nucleicos). Por lo general, el catabolismo libera energía y el anabolismo la consume.

Las reacciones químicas del metabolismo se organizan en vías metabólicas, en las que una sustancia química se transforma en otra a través de una serie de pasos, cada uno de los cuales es facilitado por una enzima específica. Las enzimas son cruciales para el metabolismo porque permiten a los organismos impulsar reacciones deseables que requieren energía y no se producen por sí mismas, acoplándolas a reacciones espontáneas que liberan energía. Las enzimas actúan como catalizadores -permiten que una reacción proceda más rápidamente- y también permiten regular la velocidad de una reacción metabólica, por ejemplo, en respuesta a cambios en el entorno de la célula o a señales de otras células.

El sistema metabólico de un organismo concreto determina qué sustancias le resultan nutritivas y cuáles venenosas. Por ejemplo, algunos procariotas utilizan el sulfuro de hidrógeno como nutriente, pero este gas es venenoso para los animales[1] La tasa metabólica basal de un organismo es la medida de la cantidad de energía consumida por todas estas reacciones químicas.

Alimentos que potencian el metabolismo

El metabolismo son las reacciones químicas de las células del cuerpo que transforman los alimentos en energía. Nuestro cuerpo necesita esta energía para hacer todo, desde moverse hasta pensar y crecer.

Unas proteínas específicas del organismo controlan las reacciones químicas del metabolismo. Miles de reacciones metabólicas ocurren al mismo tiempo -todas reguladas por el organismo- para mantener nuestras células sanas y en funcionamiento.

Una vez que entran en las células, otras enzimas actúan para acelerar o regular las reacciones químicas implicadas en la «metabolización» de estos compuestos. Durante estos procesos, la energía de estos compuestos puede ser liberada para ser utilizada por el cuerpo o almacenada en los tejidos corporales, especialmente en el hígado, los músculos y la grasa corporal.

El anabolismo, o metabolismo constructivo, consiste en construir y almacenar. Favorece el crecimiento de nuevas células, el mantenimiento de los tejidos corporales y el almacenamiento de energía para su uso futuro. En el anabolismo, las moléculas pequeñas se transforman en moléculas más grandes y complejas de hidratos de carbono, proteínas y grasas.